Troia

Tal y como narró Homero en la Ilíada, diferentes estados griegos habían asediado la ciudad de Troya durante años como castigo por el rapto de Helena de Esparta por parte de Paris de Troya.
Los ciudadanos de ambos bandos hacían ofrendas a las deidades para ganarse su favor con el fin de ayudar, o entorpecer, a los héroes en el campo de batalla.

Los jugadores se alternan por turnos ofreciendo a una deidad elegida. Es decir, deben descartar 1 o más cartas de su mano hasta que la ofrenda sea igual o mayor que el número que aparece junto a esa deidad (orientada al jugador activo) en el Olimpo. Al menos una de las ofrendas debe coincidir con la deidad elegida.

Después de la ofrenda, el jugador gana el favor de esa deidad. Y entonces ese jugador mueve la deidad a su ubicación más cercana en el Olimpo, moviendo las otras deidades una posición si es necesario. Una deidad concede su habilidad especial inmediatamente.

Cada héroe está relacionado con una deidad. Esta conexión se simboliza con una ofrenda, que es diferente según el bando griego o el troyano. La ofrenda pequeña representa la ofrenda que el oponente tiene en el otro bando.

Si, al final del turno, un jugador tiene 2 o más héroes en el área de protección del oponente puede construir el caballo de Troya (jugador griego) o hacer avanzar a Héctor a través de los barcos griegos (jugador troyano)

El jugador griego gana la partida inmediatamente si acaba con el caballo de Troya.

El jugador troyano gana la partida inmediatamente si mueve la ficha de Héctor/París a través de las cuatro secciones.

—descripción del editor