The Hobbit Card Game

En el Juego de Cartas de El Hobbit se enfrentan dos equipos: el bueno contra el malo. El mecanismo básico del juego es la toma de bazas, pero quien gana la baza puede repartir las cartas entre todos los jugadores, según la habilidad de su personaje. Bilbo, por ejemplo, debe quedarse con una carta de la baza, dar una carta a otro jugador y descartar las restantes.

Además de una habilidad especial, cada personaje tiene una afinidad especial con las fuerzas que rigen sus motivos. Gandalf, Bilbo y Thorin son vástagos del bien, mientras que Smaug y Bolg son crueles y malvados. Las cartas responden a estos alineamientos en consecuencia: una estrella blanca en la carta simboliza las fuerzas del bien; el yelmo de un orco adorna las cartas poseedoras del poder del mal; y una carta con una pipa otorga a los jugadores la posibilidad de robar una carta extra en la siguiente ronda. Si se asigna a tu personaje una carta con el poder opuesto (Gandalf recibe un casco de orco, o Smaug recibe una estrella), entonces ese personaje recibe un punto de daño. Si tu personaje ya está dañado y se le asigna una carta con el símbolo de su propio bando (Bilbo obtiene una estrella, o Bolg obtiene un casco de orco), entonces ese personaje recibe un solo punto de daño curado. Dos puntos de daño eliminan a un personaje de la partida, así que utiliza las cartas que ganes para noquear a tus oponentes y curar a tus aliados.

La ronda termina cuando los jugadores han vaciado sus manos y las últimas cartas que estaban en juego se han asignado a los personajes. Los jugadores que han recibido suficiente daño son eliminados en este momento. Dependiendo del número de jugadores, si han sobrevivido suficientes personajes buenos, la partida continúa hasta la ronda final. Si los personajes malvados han matado a suficientes héroes, ¡los villanos ganan la partida!