The Cave

En The Cave, un juego de mesa del autor de K2, Adam Kałuża, los jugadores asumen el papel de un equipo de espeleólogos al que se le encarga la exploración de una cueva recién descubierta. Los jugadores parten de una base y exploran una cueva, túnel tras túnel, construyendo efectivamente el tablero (la cueva). Tienen que superar descensos pronunciados, lagos subterráneos y apreturas. Podrán admirar las maravillas del subsuelo, como salas llenas de estalactitas. Para que todo sea posible deben llevar los suministros adecuados, como cuerdas, oxígeno y baterías.

En cada turno los jugadores disponen de cinco puntos de acción que pueden utilizar para moverse, descubrir nuevas baldosas de cueva, explorarlas y empacar sus mochilas cuando regresen a la base de partida. Necesitan cuerdas para los descensos, oxígeno para explorar las partes submarinas y una cámara para fotografiar las maravillas subterráneas. Planificar qué llevar es una de las cosas más importantes del juego. Cada turno que su peón no esté en la base de partida, los jugadores deben utilizar (es decir, tirar) un suministro básico de su mochila; estos costes, junto con el gasto de otros suministros durante la exploración, les obliga a volver a la base de partida unas cuantas veces durante la partida. Sin embargo, para evitar que tengan que cargar con todo, los jugadores pueden levantar un campamento en algún lugar de los túneles donde pueden guardar parte del equipo.

La cueva difiere en cada partida, por lo que los jugadores tienen que estar preparados para todo o perderán tiempo. Los jugadores ganan puntos por explorar diferentes losetas: subacuáticas, maravillosas, descensos, etc.; pero para ganar tendrán que adquirir premios extra por explorar el mayor número de losetas de cada tipo. Esto hace que la toma de decisiones durante los viajes sea muy difícil.

Cuando la cueva está totalmente explorada, el jugador que haya hecho el mayor esfuerzo de la forma más espectacular gana la partida.