Reflection

Se coloca en el centro de la mesa un tablero de forma cuadrada con 13 ranuras (ejes) que lo cruzan. Se extrae una carta de forma cuadrada de una baraja y se coloca en el tablero. La carta cubre todo el tablero excepto los extremos de los ejes, dejando espacio para que se inserte un espejo en los ejes perpendicularmente y encima de la carta. La tarjeta muestra varias esferas de color rojo, verde, amarillo o azul.

Los jugadores compiten para elegir en cuál de los 13 ejes creen que debe insertarse el espejo para producir la mayor cantidad de puntos cuando se cuenten todas las esferas reflejadas y reales. Un jugador no puede elegir un eje que haya elegido otro jugador. Una vez que todos los jugadores han hecho una selección, el espejo se inserta por turnos en cada eje elegido. El jugador que ha elegido un eje en particular decide la dirección en la que debe colocarse el espejo cuando se inserta en ese eje. El eje puntúa para el jugador que lo ha elegido. Cada esfera verde suma un punto, y cada esfera amarilla resta un punto. El jugador también añade puntos iguales a la diferencia entre el número de esferas rojas y azules.

El juego continúa con una nueva carta. El juego termina cuando un jugador alcanza un total de puntos acordado.