Princes of the Renaissance

Príncipes del Renacimiento está ambientado en la Italia del Renacimiento. Cada jugador asume el papel de uno de los príncipes menores de Condottiere, como los Gonzaga o los d'Estes. Luego están las cinco grandes ciudades: Venecia, Milán, Florencia, Roma y Nápoles. Estas ciudades no son controladas por los jugadores, pero los jugadores adquieren "intereses" en ellas a medida que avanza el juego. Cada ciudad tiene seis fichas, la mayoría de las cuales representan a un personaje famoso, como Lucrecia Borgia o Lorenzo Medici. Cada ficha tiene sus propias propiedades especiales que están vinculadas al personaje de la ficha. Así, César Borgia te ayudará a ser más traicionero, mientras que un mercader veneciano aumentará tus ingresos. Estas losetas también valen puntos de victoria, dependiendo del estado de la ciudad al final de la partida.

El estado de una ciudad cambiará como resultado de la guerra. Cuando dos ciudades luchan, cada una necesitará una Condottiere para luchar por ellas. Los jugadores pujan, utilizando puntos de influencia, para decidir quién representará a cada ciudad. El resultado de la guerra dependerá de un poco de suerte y del tamaño del ejército de cada jugador. Además, cada jugador recibe una paga por luchar, sea cual sea el resultado de la guerra. Así, los jugadores pueden convertir la influencia en oro, que a su vez puede utilizarse para comprar más fichas de ciudad.

Ningún juego sobre el Renacimiento italiano estaría completo sin un elemento de traición. Los jugadores pueden ser abiertamente traicioneros comprando fichas de Traición, que les permitirán hacer cosas desagradables como robar influencia, sobornar a las tropas o eliminar a los jugadores de una subasta. Sin embargo, el juego permite a los jugadores ser taimados de otras maneras, que siguen siendo legales. Asegurarse de que una guerra sale como uno quiere es una parte importante del juego, y no siempre es el jugador con el mejor ejército el que acaba luchando. Si quieres que una ciudad pierda, conviértete en Condottiere para ellos y asegúrate de tener un ejército realmente malo, o utiliza fichas de Traición para sobornar a tus propias tropas para que no luchen. En algún momento algún jugador se convertirá en el Papa, lo que significa que puede formar una Liga Santa (es decir, unirse a un bando en una batalla). Si quieres asegurarte de que el Papa está en el lado "correcto", ¿por qué no sobornarlo? Lo que los jugadores negocien depende de ellos. El juego no obliga a negociar y funciona perfectamente sin ello, pero sigue siendo una vía que los jugadores pueden explorar.