Moscow '41

Publicado el 8 de julio de 2016 - con 3 meses de antelación.

Moscú '41 es el primer capítulo de la Trilogía de Barbarroja (los otros dos son Leningrado '41 y Kiev '41).

Moscú '41 es un wargame ligero/medio que cubre la ofensiva del Grupo de Ejércitos Centro alemán destinada a tomar Moscú, tras haber derrotado con éxito a varios ejércitos soviéticos en las grandes batallas de cerco en la frontera y haber establecido dos cabezas de puente en el Dniéper.

Aunque se basa en un acontecimiento histórico, los dos jugadores pueden modificar el curso de las operaciones, con los alemanes tratando de lograr una victoria decisiva antes de que llegue el invierno, y los soviéticos jugando una retirada combativa, hasta que estén listos para asestar un golpe decisivo a los invasores.

El juego se recomienda para dos jugadores, pero tiene una excelente idoneidad para el solitario.

Introducción histórica

"Al comienzo de cada campaña, uno empuja una puerta hacia una habitación oscura e invisible. Uno nunca puede saber lo que se esconde dentro.

- Adolf Hitler, junio del 41

En diciembre de 1940, Hitler tomó la decisión de invadir Rusia y fijó la fecha para mediados de 1941. Tenía buenas razones para confiar en que Rusia se derrumbaría bajo un asalto inflexible. Desde el inicio de las hostilidades, la Wehrmacht alemana había logrado una serie de victorias asombrosas y sin parangón: Polonia había caído en un mes, Dinamarca en un día; Francia, hasta entonces considerada la potencia más fuerte de Europa, había capitulado en menos de seis semanas, Holanda en menos de seis días; Bélgica, Noruega, Yugoslavia y Grecia tardaron menos de tres semanas cada una. El poderío militar alemán estaba en su apogeo y la palabra Blitzkrieg había entrado en el lenguaje.

Rusia, por otro lado, había tardado más de tres meses en doblegar a Finlandia, a pesar de su abrumadora fuerza numérica. El ejército ruso aún no se había recuperado de las purgas de Stalin de 1937-1938, en las que se destituyó a 400 generales, incluidos tres mariscales de campo y 13 comandantes de ejército. Bien pudo decir Hitler, “Antes de que pasen tres meses, asistiremos a un colapso en Rusia, como nunca se ha visto en la historia. Sólo tenemos que patear la puerta principal y todo el podrido edificio ruso se derrumbará.

El 22 de junio de 1941 comenzó la Operación Barbarroja, la invasión de Rusia. Tres millones de tropas del Eje en tres Grupos de Ejércitos atacaron en un frente que se extendía desde el Báltico hasta el Mar Negro: El Grupo de Ejércitos Norte, bajo el mando del Mariscal de Campo von Leeb, tenía la tarea de tomar Leningrado; el Grupo de Ejércitos Sur, bajo el mando del Mariscal de Campo von Rundstedt, debía capturar Kiev y apoderarse del Cáucaso; el Grupo de Ejércitos Centro del Mariscal de Campo von Bock, el que nos ocupa, tenía como objetivo Moscú, y Timoshenko se encargó de defender la capital.

En un principio, la operación tuvo un éxito que superó los sueños más descabellados de Hitler. En un día, la Fuerza Aérea rusa fue destruida en tierra, y luego se hicieron vastos avances en todos los frentes, acompañados de rendiciones a gran escala de las tropas rusas cercadas. El Grupo de Ejércitos Centro, con sus cuatro ejércitos formados por un total de 48 divisiones, de las cuales nueve eran acorazadas, y respaldados por la Segunda Flota Aérea, había alcanzado las afueras de Smolensk el 15 de julio. Esto suponía dos tercios del camino hacia Moscú y parecía que nada podría impedir a von Bock volar el Kremlin en otras tres o cuatro semanas... ¿o podría algo interponerse en su camino?

Cuatro cosas podrían ahora causar problemas a von Bock: en primer lugar, su línea de suministros está estirada y casi había alcanzado el punto de ruptura; en segundo lugar, la resistencia rusa se está endureciendo; en tercer lugar, sus divisiones de infantería están teniendo dificultades para seguir el ritmo de los Panzers y, por último, un nuevo aliado ruso está a punto de entrar en el campo: El general Winter.

En noviembre pueden surgir preocupaciones adicionales, con tres cuartos de millón de veteranos siberianos experimentados liberados por la guarnición del Lejano Oriente soviético, gracias a que los espías de Stalin en Tokio han revelado las intenciones japonesas de atacar a América, y no a Rusia.

Como comandante alemán, debes avanzar hacia Moscú antes de que sea demasiado tarde. Como comandante ruso, debes revocar la Guerra Patriótica y detener a los invasores a cualquier precio.