Mana

Tu objetivo en Mana es capturar el Daïmio del oponente, pero a veces ser capturado tú mismo resultará ser el mejor plan de ataque.

Cada jugador tiene seis piezas — un Daïmio y cinco ronin — con estas piezas, blancas o negras, colocadas en la fila de atrás de un tablero de 6x6. Cada casilla del tablero tiene 1, 2 o 3 marcas. El jugador inicial (negro) mueve una de sus piezas, desplazándola de 1 a 3 casillas dependiendo del número de marcas en su ubicación inicial; un jugador puede mover una pieza ortogonalmente en cualquier dirección, haciendo giros de 90º si lo desea. Una pieza no puede moverse a través de otras piezas, pero si termina su movimiento sobre una pieza del oponente, esa pieza es capturada y retirada del tablero.

Después del primer movimiento, el jugador mira el número de marcas de la casilla donde cayó su pieza, luego toma el pájaro de maná neutral del lado del tablero y lo coloca en una casilla desocupada que tenga el mismo número de marcas. El siguiente jugador debe mover una de sus piezas que esté en una casilla que tenga el mismo número de marcas que la casilla donde se encuentra el pájaro de maná — moviendo esa pieza un número de casillas igual a ese número — luego moverá el pájaro de maná de forma similar en función de dónde caiga esa pieza.

Si el oponente coloca el pájaro de maná en, digamos, una casilla 2 y tú no tienes piezas en un 2, entonces puedes (a) mover cualquiera de tus piezas un número de casillas igual a las marcas de su ubicación inicial o (b) reintroducir uno de tus ronin capturados en cualquier casilla desocupada del tablero. Si no puedes mover una pieza en la casilla con el número apropiado porque todas están bloqueadas, entonces puedes mover cualquiera de tus piezas.

¡Quien capture primero el Daïmio del oponente gana!