Farben

El amor es... ¿verde? En el vívido juego de narración Farben, cada color cuenta una historia. Asocia un color con una palabra, y luego cuenta una historia de por qué conectas esos dos. Si la palabra fuera "escuela", por ejemplo, podrías escuchar lo siguiente:


El jugador 1 juega con el color púrpura: "Me teñí el pelo de color púrpura, me compré ropa de cuero por varios cientos de dólares y me maquillé en mi brevísima fase gótica. Rápidamente me di cuenta de que no encajaba en la escena, ya que soy una persona bastante alegre y me cuesta no sonreír constantemente."



El jugador 2 juega de rojo: 'Mi época de instituto fue estresante porque no era un buen estudiante. Me preocupaba antes de cada examen cómo iba a explicar a mis padres todos los errores marcados con rojo.


El jugador 3 juega de negro: 'Estaba totalmente enamorado de un compañero de otra clase. Me levantaba todos los días a las 6:30 de la mañana para coger el autobús temprano para ir con ella al colegio. A esa hora todavía estaba oscuro, y por eso elegí el negro.


En cada ronda, asocias una de tus doce cartas de color con una carta de palabra y empiezas a contar una historia. Una vez contadas todas las historias, los jugadores meten sus cartas de color debajo de la carta de palabra y la dejan a un lado. Una vez que se han jugado diez palabras, comienza la fase de puntuación. Otro jugador selecciona una de las palabras visibles para ti, y tu tarea es recordar todos los colores jugados por los otros jugadores y por ti mismo sin mirar. Ganas puntos por nombrar correctamente estos colores. Esto parece casi imposible al principio, pero a través de las historias los colores se vuelven más fáciles de recordar. Además, ganas puntos en los turnos de los otros jugadores cuando pueden recordar tu color.

Ganas el juego si puedes recordar mejor quién asignó qué color a palabras específicas y si varios jugadores pueden recordar los colores que asignaste a las palabras.