Cartas Diamoniak

Ser la primera persona en construir un castillo del propio color.

Todas las cartas se colocan boca abajo en el centro de la mesa. En cada turno los jugadores siempre deben coger al menos una carta de la parte superior de este montón de robo.

Si un jugador coge una carta de "castillo", la coloca delante de él, marcando el comienzo de un castillo del color de esa carta en concreto. Si otro jugador ya está construyendo un castillo de ese color, el jugador debe colocar la carta boca arriba en su lado derecho. Estas cartas pueden ser descartadas o vendidas más adelante en la partida. Después de haber cogido una carta de castillo, el jugador puede coger otra carta del montón o pasar su turno.

Si un jugador coge una carta de "hada" o de "diamante", también tiene que colocarla boca arriba en el lado derecho del jugador. Al igual que con una carta de castillo, se puede coger otra carta del montón después de haber cogido una carta de hada, o se puede pasar el turno.

Las cartas de diamante se pueden utilizar para comprar cartas de castillo a otros jugadores. Se pueden cambiar 3 cartas de diamante por una sola carta de castillo. Un jugador no puede negarse a vender una carta de castillo. Además, sólo se puede comprar una sola carta de castillo en un turno. Un jugador no puede coger una carta del montón en el mismo turno en el que compra una carta de castillo a un oponente.

¡Si un jugador coge una carta de "bruja" da mala suerte! Entonces un jugador debe colocar la carta de bruja, y otras 3 cartas junto al montón de cartas en el centro de la mesa y pasar su turno. Las otras 3 cartas pueden ser cartas de diamante o de castillo, ya sea del montón de la derecha de la jugadora o de su propio castillo. Si una jugadora tiene menos de 3 cartas, debe entregar las que tenga.
Una carta de hada puede usarse para contrarrestar la carta de bruja. Si se contrarresta, tanto la carta de bruja como la de hada deben colocarse en el montón junto a las cartas del centro de la mesa.

Cuando no queden más cartas en el montón, se toman todas las cartas que están junto al montón, se barajan y se vuelven a colocar en el centro de la mesa para formar un nuevo montón de robo.

La jugadora que consiga construir su propio castillo por completo (6 cartas del mismo color) gana la partida.